CREACIÓN EN PROSA.
Mi creación en
prosa ha sido un cuento, su título: El
duendecillo Ricardo.
En
una aldea llamada Arinterandia, vivía el duendecillo Ricardo. Ricardo era un
duende muy, muy pero que muy tímido. Para que os hagáis una idea de lo tímido
que era cuando Ricardo salía a pasear y
se encontraba con algún conocido, rápidamente se
escondía detrás de sus papás, dejando solo al descubierto sus puntiagudas y
violetas orejas.
-¡UF!¡Qué
vergüenza!
El
duendecillo Ricardo, debido a su timidez y a que se ocultaba cada vez que se
encontraba con alguien, como habéis visto, no
tenía muchos amigos con los que jugar. Pero no le importaba mucho porque
lo que más le gustaba a Ricardo era cantar, pero por supuesto sin que nadie le
escuchara ni le viera. Y así lo hacía, en
su habitación con un cepillo de peinar de su mamá que utilizaba como micrófono
se pasaba las horas cantando.
-Elfos,
Elfos, Elfos La ra la la Elfos, Elfos,
Elfos La ra la la…….
Llegaron
las fiestas de Arinterandia y Ricardo y sus papás fueron a visitar la feria. En la feria, Ricardo vio un cartel
dónde se anunciaba un concurso de canto para los gnomos, elfos, druidas, hadas
y duendes más jóvenes de la aldea.
-¡Oh!
¡Cómo me gustaría participar! Pero no me atrevo, seguro que todos se ríen de mí….
En los días siguientes Ricardo no paró de pensar
en el concurso y en la manera de participar
y de repente tuvo una idea.
-
¿Y si me disfrazo? Así los vecinos de Arinterandia no me reconocerán y no podrán reírse de mí.
Así es como el duendecillo Ricardo comenzó a
diseñar su disfraz. Ricardo era un duende muy, muy pero que muy tímido pero
también tenía mucha, mucha pero que mucha imaginación.
Con
los ovillos de lana que encontró en la cesta de la costura se hizo una gran
peluca rizada de colores. Con una camisa vieja que cogió de la colada se hizo
una alegre corbata. Con una pelota de ping-pong se hizo una redonda nariz que pintó de color verde fosforito
y por último tomó prestadas las gafas de leer de su abuelo Agustín.
-
¡Qué
bien! Seguro que con este disfraz nadie me reconocerá.
El día del concurso llegó y los jóvenes
de la aldea fueron saliendo, uno a uno, a cantar su canción. Y entonces llegó
el turno de nuestro protagonista. El presentador del festival, Ángel, un Gnomo
muy elegante vestido con un gran sombrero de copa, una pajarita y chaqueta de topos que iban a juego, dio paso a nuestro
duendecillo Ricardo.
-
Y ahora vamos a escuchar a un joven
duende forastero que responde al nombre artístico
de Alex.
Como
habéis observado, el duendecillo Ricardo cambió de nombre para que junto con su
disfraz fuera imposible reconocerle.
Ricardo
salió al hermoso escenario que habían
construido en la plaza de la aldea y que habían decorado para la ocasión con
guirnaldas y luces de colores. Ricardo miró al frente y vio que la plaza estaba
repleta de espectadores de Arinterandia y alrededores esperando a que él cantara. Entonces al duendecillo Ricardo le empezó un tembleque que le recorría desde el dedo
pequeño del pie hasta la punta de sus puntiagudas orejas violetas.
-No
puedo hacerlo… Pensó temeroso.
Pero
se acordó de que nadie lo iba a reconocer con su disfraz y de repente de su
boca empezaron a salir los sonidos más bonitos y armoniosos que jamás se habían
escuchado en Arinterandia.
Los
duendes, druidas, hadas, elfos y gnomos no podían creer lo que estaban
escuchando.
-¡Es
música celestial!- decían unos.
-
¡Qué gran voz!- susurraban otros.
Al
terminar de cantar el duende Ricardo, la Plaza al completo aplaudió con gran
entusiasmo gritando:
¡Bravo!
¡Bravo! ¡Ricardo el mejor! ¡Ricardo el mejor!
Sí,
amigos, habéis leído bien. Toda la aldea sabía que Ricardo era el que estaba
cantando.
¿Y
cómo lo sabían? Os preguntaréis. Pues al duendecillo Ricardo se le había
olvidado ocultar sus puntiagudas y violetas orejas.
¡Oh!
Saben que soy yo y me están aplaudiendo.
Y
no sólo eso, Ricardo ganó el Primer
premio ¡Un Karaoke! ¡Con micrófono y todo! Ya no tendría que cantar con el cepillo de su
mamá… Pero lo mejor fue que con el Karaoke compartiría muchos momentos con sus ya amigos y con los nuevos que hizo, gracias al concurso y a que su
timidez fue desapareciendo y ganando seguridad en sí mismo. Así es como el
duendecillo Ricardo no se volvió a
esconder detrás de sus papás dejando solo al descubierto sus puntiagudas y
violetas orejas.
CREACIÓN DRAMÁTICA.
En
la creación del texto dramático utilicé
una estrategia similar a la de yo soy, con adornos decorativos tradicionales del
árbol de navidad.
Coloquio de los adornos de navidad.
Personajes: bola de navidad Roja, bola de navidad
Dorada, bola de navidad Plateada, espumillón, luces de colores y estrella
Bola de navidad Roja: ¡ oooaaaauuuuh! (bostezo)¡ chicas,
chicas despertaros que oigo algo!
Bola de navidad Dorada: ¡Ay! me duele toda la esferaaa.
Bola de navidad Plateada: pues estírate porque creo que ya es
la fecha.
B. Roja: ¡Bieeeen!, salimos de la caja.
B. Plateada: se me ha pasado el año muy deprisa,
me estoy haciendo mayor….
B. Dorada: anda, anda Plateada deja de
quejarte. Que somos muy afortunadas.
Estrella: Plateada, Dorada tiene razón. Trabajamos
los días más bonitos del año decorando
el ambiente lleno de felicidad y amor.
Espumillón: ¡ah! Y no os olvidéis que tenemos el
privilegio de ver a Baltasar, Gaspar y Melchor todos los años.
B. Plateada: Es verdad. Y que
me decís de la cara de ilusión y emoción del día de Reyes por la mañana.
Luces de colores: je, je, je bueno alguno se lleva
alguna pequeña disolución. A mi lo que mas me gusta es cuando cantan
villancicos.
B. Roja: pues a mi lo que más me gusta es
cuando se reúne toda la familia.
Espumillón:¡ Schiiiiiisss! Que vienen.
Esta parte de
la actividad la puede realizar durante las prácticas con alumnos de 6º de
Educación Primaria. Como ya conté en el bloque III, hicimos una recreación del poema “el Lagarto está llorando” de Federico García
Lorca. Le cambiamos el sentido del poema por uno más positivo.
CREACIÓN DE LIBROS.
En la
siguiente actividad y como motivo de su graduación creamos poemas a partir de
palabras que le recordaran su paso por el colegio y que íbamos escribiendo en
la pizarra. La estructura es libre y pueden utilizar
cualquier tipo de rima o verso libre. Hacemos un mini-libro con cada texto
poético.