REFLEXION SOBRE EL DICTADO DE UN DIBUJO.
El ejercicio se realizó en clase y consistía en dictar un dibujo y ver las dificultades que tienen el receptor y el emisor para llevar a cabo el dictado con éxito. Había un emisor, que nos dictaba dicho dibujo y el resto de la clase éramos los receptores que intentábamos plasmarlo.
En mi papel como receptora me he dado cuenta lo importante que es escuchar para que se entienda mejor lo que el emisor nos quiere decir. Es muy importante que no haya ruido que interfiera en la comunicación. También es necesario la utilización de un lenguaje adecuado. Así como el uso de unas medidas o referencias comunes a todos, pero por favor, que no sean DEDOS…. ¿Qué dedo?¿De quién el dedo? ¿El largo del dedo o el ancho del dedo? ¿El ancho y largo de qué dedo? ¿El dedo de la mano o del pieee?... Por lo que tanto el emisor como cada uno de los receptores, que estábamos haciendo el ejercicio, teníamos una manera diferente de ver y entender las cosas. Mi papel como emisora, ya fuera del aula, fue más fácil que cuando mis compañeros hicieron de emisores. Yo sólo tuve un receptor. Además utilizamos unas referencias comunes para que las órdenes fueran más claras y precisas. Aún así, me resultó difícil expresar lo que quería que mí receptor dibujara, aunque realmente fuera sencillo de hacer. También sentí cierta frustración cuando pensaba que me estaba expresando bien y mis órdenes eran correctas y el receptor no dibujaba lo que yo quería que dibujara. A veces no sabes como expresarte para que te entiendan. Otras veces piensas que te has expresado bien y no te entienden.
Es un ejercicio muy divertido y simple en apariencia que demuestra claramente la dificultad de la comunicación.